Thursday, May 24, 2007

La Dieta: 23 - Blonde Redhead

Me topé en una tienda de Chicago, con el álbum de esta banda compuesta por unos mellizos y una vocalista asiática que no es ni rubia ni pelirroja. Como siempre hago, me acerqué porque me llamó la atención la carátula, pero una vez que llegué al quinto track ya estaba convencido de comprarlo. Me gusta en especial 'Silently', pero a falta de video escuchen '23' que también es de las mejores piezas, y de hecho le da título a su último álbum.

Sunday, May 20, 2007

Karla: Intrépida, buscadora del peligro

A lo largo de nuestra vida, vamos haciendo amigos, no todos de ellos permanecen, pero con los que sí lo hacen se comparten alegrían, chilleteadas, enojos y reconciliaciones.

Para aquellos amigos que hiciste en la infancia, cuando todavía tu léxico es limitado y hablas mal muchas palabras, tiene uno siempre un dejo de nostalgia, son los que tienen memorias tuyas más tempranas, con los que recuerdas tus anteriores volúmenes físicos, tu acné y volátil voz de adolescente.

En un par de horas, Karla, a quien conocí seguramente en una mesa de la escuela dominical rayando el mismo libro de relatos bíblicos, se convertirá en mi primera amiga de la infancia que da el tremendo paso, sí, ese que implica decir 'Yes I do' o 'Sí, acepto'. Meticulosa y particular en todo, lo hará al borde del río que cruza Geneva, un pueblito aquí cerca de Chicago.

Es la pionera de ese primer círculo de amigos en entrar a los terrenos escabrosos de la vida marital, esos que están llenos de compliaciones y gozos. Ya mismo me siento feliz por ella, y le ofrezco una back pack para el camino, repleta de bendiciones de donde puede ir tomando las que necesite.

Y ya bien lo sabes Karlita, como siempre, ya te estoy extrañando.

Yo, hace 20 kilos; Karla, Lalín y Alex en la Navidad de hace unos cuatro años... creo.

Friday, May 18, 2007

Pleasure is all mine...

POSSIBLY MAYBE
Hace como cinco años los periódicos mexicanos publicaron una nota que a no pocos nos emocionó, en ella se anunciaba un concierto en otoño, la protagonista: Björk, presentando su recién horneado álbum Vespertine.


Estuvimos esperando mayor información, dónde, cuándo, cuánto... y así nos quedamos, porque a los pocos días la islandesa, por medio de su website, desmintió la información. No habría concierto, la gira empezó y México nunca apareció en la lista de las muy dichosas sedes de los conciertos.


Al poco tiempo, me dio la corazonada que la elfita islandesa nomás no vendría a México sino hasta que ya esté bastante mayor, y como bien reza el dicho, si Mahoma no va a la montaña, pos yo voy, aún cuando esta panzona montaña se quedase en bancarrota para poder verla.


COME TO ME
Hace seis meses, Karla, amiga de la niñez que vive en Chicago, me avisó que se casaba el 20 de mayo de 2007, me dijo que fuera ahorrando... y así lo hice. Cinco meses después, Lía, otra amiga que ahora vive en Chicago, en un acogedor departamento frente al Lincoln Park Zoo, me dio la noticia que todo buen melómano espera, Björk daría un concierto en el Auditorium Theatre de la 'Ciudad de los Vientos', el 12 de mayo. Zaz, todo coincidía, Chicago, Karla, Lía y hasta Björk, tercia de reinas dispuestas frente a la costa suroeste del Lago Michigan.


Lía compró tres boletos para el concierto: el suyo, el de Omar y el mío. Por raras causas, mi boleto no fue registrado por el sistema y sólo llegaron dos, compré después el mío, y fue afortunado el incidente, tuve asiento de primera fila en el balcón lateral derecho, vería a Björk de cerca, podría gritarle y esperar que me escuchara, podría hacer un dueto con ella, incluso en aquéllas partes en las que su dicción cambia los significados y altera la memoria que tenemos de sus letras. Eso sí, estaría solito, flanqueado por extraños, pero pensé: ¡WTF...!


ONE DAY... VIOLENTLY HAPPY
Llegó el día 12, salimos corriendo del departamento de Lía, queríamos dar un paseo antes del concierto, no habíamos avanzado mucho cuando caímos en cuenta que faltaba algo importante para la tan esperada cita... los boletos. Y ahí vamos de regreso, temiendo que la nada se hubiera robado nuestros pases al reino melódico björkiano. Se habían quedado en el departamento, los guardamos con cautela y salimos corriendo por segunda vez.


Le abrió un grupo de pesadilla auditiva, que se llamaba 'Aasdjhgjdkdf' (sic), islandeses también y que presentaron un sólo track dedicado a los glaciares que se prolongó por una hora, el chistosete vocalista empezó gritando 'I hate sleep, I hate sleep' y terminó rasgando un 'Destination, destination'. Y me pregunté que coños tiene que ver eso con los glaciares... en fin, fue la Divina Comedia de Dante: el Infierno, a cargo del dueto islandés insufrible; el Purgatorio, que fue el receso necesario para descansar los oídos y el Cielo, bendita Björk.


Abrió el concierto en penumbra, 'While i crawl into the unknown...' preludio perfecto para un Volta del que no sabía que esperar, '...cover me...' y al contrario de lo que pregonaba queríamos que se descubriera, que se abriera el telón para poder comprobar que era real que estaba ahí. 'I'm going to prove the possible really exists...' y lo hizo durante un concierto que nos deja con ganas de más, y más, y más.


Earth intrudes, track que abre su último álbum, hizo mover nuestros cuerpos. Fuego al fondo del escenario, nuestros cuerpos retumbando al frente y en medio los juegos vocales de la hoy señora Björk.



'You'll be given love, you'll be taken care of...' y el lugar parecía venirse abajo, la piel erizada y las bocas suavemente articulaban 'All is full of love'. Todos los que en ese momento cantábamos lo confirmamos.


'We live on a mountain, right at the top...'. Es Hyperballad y en ese momento soy el más feliz, el más cursi, el más guapo, el más fanático... el más sublimado.


Immature, 'How could I be so immature...'. Puff, rebosaba de felicidad, otra más de mis favoritas, y yo no quería que ella dejara de cantar... nunca.


'On the surface simplicity, but the darkest pit in me...'. Pagan poetry, y pienso un poco en ti, y también en ti, y decido dejar de pensar. Cierro los ojos y me disfruto, sí, me caigo muy bien. 'A secret code carved... she loves him, she loves him'


AN ECHO, A STAIN
El concierto acabó una hora después, vuelve para un encore de dos canciones que me deja con ganas de más, pienso en las que me faltaron escuchar: Heirloom, Joga, Desired Constellation, Harm of will, I've seen it all... Pero me acuerdo de las que sí: Aurora, Unison, It's not up to you, Army of me. Son tantas las que me gustan que nunca podrá cantarlas todas en un mismo concierto, pero las que sí serán suficientes siempre.

Thursday, May 10, 2007

Mexicanos al grito de Tunick

Y retiemble en su centro la tierra, sólo que esta vez con el movimiento de miles de cuerpos desnudos. El Zócalo fue el escenario ideal para una manifestación artística que rebasó las expectativas no sólo de Spencer Tunick y el equipo de la UNAM encargado de la logística, sino de los participantes, no esperábamos ver a tantos potenciales nudistas... descarados.

Íbamos cuatro amigos en el coche, y ante el tráfico tuvimos que dividirnos, dos iríamos a hacer fila, los otros a estacionar el coche; el ansia por no quedar fuera de la toma, reemplazó por un momento al nerviosismo que nos provocaba pensar en nuestros cuerpos desnudos.



Las filas se hacían y deshacían según la intuición de los participantes, de pronto aparecían raíces a las ya formadas y varios lograron pasarse de astutos colándose a otras filas.



Alrededor de las 5:30 una pareja de recién casados andaba sobre la calle de 16 de septiembre rumbo a Palma, venían de su recepción, y a la complicidad multitudinaria del 'Beso, beso' le siguió un coro más persistente, 'Que se encueren, que se encueren'. Por supuesto, la reacción de los novios se limitó a una tímida sonrisa.



Gracias que nos cambiamos de fila, pudimos entrar más rápido al Zócalo.Ya dentro, escuchamos que muchos se habían quedado fuera, el último filtro había sido aplicado, sus ganas no eran suficientes, el cupo ya estaba lleno.



Spencer Tunick empezó las instrucciones diciendo que había que apurarnos pues era una lucha contra el sol, para nosotros lo era contra los prejuicios. Poco después, Tunick logró su primer albur, mientras explicaba que debíamos repartirnos, un natural 'deben cuidar atrás' provocó una carcajada colectiva, nosotros empezamos a relajarnos, él se escuchaba nervioso.



A la cuenta de tres, con mentadas de madre incluidas, nos desnudamos. La adrenalina no me dejó sentir el frío, mi amiga me tomó por el brazo y echamos a andar rumbo al Zócalo, ella gritaba para liberar la tensión, yo sólo me agitaba el cabello.



Tras la toma de la posición A (parados) nos pidieron que nos mantuviéramos así y que hiciéramos 'honores a la bandera', antes de acabarla un '¿Y dónde está la pinche bandera' rompió el silencio. Asumimos que esta toma era la sorpresa que Tunick había comentó durante las instrucciones, estábamos equivocados, la sorpresa vendría al final y no sería agradable para todos.





La toma con la posición B (acostados) se realizó muy rápido, pero no sabíamos del suplicio que vendría con la posición C (fetal boca abajo), fue la que requirió más tiempo y la desesperación se fue manifestando con gritos y risotadas. Por supuesto nadie quería alzar la cara.



De ahí nos movimos hacia 20 de noviembre e hicimos un par de posiciones que dieron a conocer en ese momento, querían que formáramos un triángulo, nos pedían que nos moviéramos un poco, y luego un poco más, al final no quedó claro si se logró el cometido.



Entre toma y toma nos volteábamos a ver, nos reíamos, éramos cómplices y no sentíamos iguales, pero al final, cuando Tunick separó a las mujeres fue como haber mordido la manzana del bien y del mal, el momento empezó a descomponerse. Los hombres nos vestimos rápidamente y a los pocos minutos las únicas personas desnudas eran las mujeres. Hubo chiflidos y fotografías clandestinas, algunas mujeres se impacientaron y se salieron de la sesión.



La verdad, al principio me preocupaba una erección involuntaria, pero conforme pasó el tiempo dejé de pensar en ello. Por lo menos esta vez, pudo más el arte que el sexo.

Y aunque temíamos miradas lascivas, malos olores o manoseadas, salvo un leve tufo durante la posición C del que preferí no indagar su origen, nada grave sucedió. El roce de la piel con la de otros extraños dejó de ser importante conforme pasaba el tiempo, la extraña sensación de compartir tu desnudez con otros cada vez importaba menos.



Sin embargo, lo que hasta ese momento había sido una manifestación artística con aires libertarios, en la que no habían ocurrido incidentes desagradables, estaba a punto de descomponerse: Tunick agradeció a los hombres por su participación y pidió a las mujeres que se movieran hacia el Palacio Nacional.



Craso error, el contingente masculino, que de hecho fue el más numeroso, se apresuró a vestir, a los pocos minutos las únicas personas desnudas eran las mujeres. Hubo chiflidos y fotografías clandestinas. El staff pidió que todos los varones se salieran de la plancha y que dejaran hacer la última toma con las mujeres, pocos obedecieron y varias se impacientaron y se salieron de la sesión.


Aunque al final yo me sentía tranquilo, para algunas mujeres, incluida mi amiga, la experiencia terminó con un acoso más, sólo que esta vez la ropa no la cubría.