Hace un par de días, mi ánimo cambió por ahí de las 8:45 de la noche, cuando inició un lapso que estuvo enjugado en cerveza, eso sí, precedida por un capuccino con cajeta... mmm.
El morado se encargó de iluminar la microatmósfera. Mientras que una cadena de risas y confesiones con pausas confortables, acompañó el suceso hasta que un coche blanco dio por terminado el capítulo, uno más de este preludio, que anuncia una potencial obra maestra.
3 comments:
Más cajeta, más cajeta hasta empalagarse y lo estabilizas con la chela
soy yo bobby
Vale, más cajeta, más cajeta, no me empalagas.
Post a Comment