
Este es uno de los callejones por los que tenía que andar para llegar al Riad.
Cuesta trabajo tomarle gusto a esta ciudad, los marrakchis que andan en la Plaza Jamaa El Fna, se dedican o a pedirte dinero o a querer estafarte vendiéndote sus productos a precios estratosféricos, aquí lo de ayer, hoy y siempre es el regateo y nada como al final de una ardua negociación intentar salirte de la tienda; pues entonces el vendedor saldrá por ti aceptando la cifra que tú dabas, e incluso pueden bajarse un poco más, eso sí, si no están de humor o te empecinas en pagar una cantidad risible... te dejarán ir con las manos vacías.

La muralla que encierra la Medina, esta es la puerta más grande, y da hacia Gueliz, la ville nouvelle de Marrakech.

En Setti Fatma, en las montañas Atlas, con Mustafá y Hassan, el guía que me recomendó el hermano de Sosita. Mientras yo comí ellos fueron a rezar a la Mezquita, pues es época de Ramadán. Por cierto esta zona está habitada por bereberés, que tiene su propia cultura y lengua, pero también son musulmanes.

Esta es un Kasbah, son grandes casas de adobe ubicadas a las afueras de las ciudades. En está venden artesanía típica de Marruecos.
Yalaaa, 'vamonos', se los pongo en plural porque no tengo idea de cómo dicen 'me voy'.
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